¿Qué es un perro reactivo?
Es habitual observar a perros ladrar o perseguir a otros perros, coches, o personas que van en bicicleta o corriendo. Muestran excitabilidad y provocan incomodidad en el propietario, el cual intenta controlar a su perro que furiosamente tira de la correa. Esta conducta también se puede presentar cuando el perro esta suelto. Si has experimentado esto es que tienes un perro reactivo.
Los orígenes de esta actitud pueden ser varios. Puede haber un componente genético pero también puede originarse por mecanismos de aprendizaje.
Socialización
El nivel de socialización del perro frente a ese estímulo también es importante tenerlo en cuenta. Es decir, si el perro no ha estado correctamente socializado hacia el estímulo, por ejemplo las bicicletas, este tendrá miedo cuando vea acercarse a un ciclista y, es probable, que reaccione intensamente hacia él.
Existen ciertas razas con más predisposición a presentar estas conductas con más facilidad como los perros de línea de “pastoreo” que son más visuales que olfativos.
Los perros llamados “visuales” tienden a fijarse y a focalizar con la mirada a cualquier estímulo o a estímulos en concreto y si esto no se gestiona correctamente puede dar lugar a una reactividad excesiva.
El estrés como enemigo
Un aspecto educativo importante para evitar esta conducta es el correcto manejo de la correa. Es de vital importancia conseguir que la correa no esté tensa ya que pasear el perro con tensión provoca estrés y dicho estrés dará lugar a que se convierta a la larga en un perro reactivo.
El estrés también puede derivarse de diferentes aspectos de la vida cotidiana del perro con lo que hemos de saber manejar bien y por tanto reducir el estrés al máximo.
Unos consejos
Son de gran utilidad trabajar ejercicios de olfato provocando que el perro utilice su nariz, convirtiéndolo en lo posible en perros algo más olfativos.
Realizar juegos de búsqueda escondiendo comida y hacer que la busque nos puede ayudar a reducir la reactividad. Paralelamente recomendamos dejar de jugar a lanzarle la pelota ya que esto lo único que le aportará es un cansancio físico temporal pero un aumento de adrenalina y un aumento en la reactividad.
Es importante también anticiparse realizando un ejercicio de focalización hacia nosotros, provocando que nos mire varias veces durante el paseo, manteniéndolo motivado hacia nosotros sobretodo cuando se acerca un estímulo. Esto se realiza con trocitos de comida llamando al perro con una señal verbal como “¡MIRA!”. Cuando el perro nos mira le podemos dar el premio evitando de esta forma que mantenga la focalización hacia el estímulo.
Los expertos
Es necesario ponerse en contacto con un educador que ayude al propietario a realizar esta modificación conductual ya que en ocasiones la conducta está muy reforzada y técnicamente no es fácil de realizar para propietarios con poca experiencia.
Joan Carles Prats
Escola d’educació i comportament caní
Tel: 629113662
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