Cuando un perro nace, aún no tiene desarrollados muchas de las habilidades que posteriormente le permitirán desarrollar una vida normal. Con los ojos aún cerrados y la movilidad limitada, es el sentido del olfato, ya desarrollado, el que le permite dirigirse hacia las mamas de la madre parar alimentarse, acción principal durante esta fase de su vida.
Un sistema complejo
En su caña nasal se encuentran las mucosas olfativas. Están replegadas sobre si mismas y esto aumenta el contacto con las moléculas de olor.
Posee de 100 a 300 millones de receptores olfativos. A mayor longitud y anchura, mayor será la extensión de la mucosa y mayor será el número de receptores olfativos.
Para entender la magnitud y complejidad del sistema olfativo podemos compararlo con el nuestro: Los humanos tenemos unos 10cm/cuadrados de mucosa olfativa. Los perros se mueven entre 180 y 380 cm cuadrados. Alucinante, ¿no?
Si a nuestros lectores les gusta consultar sobre diferentes razas, que seguro que si, veremos que el Sabueso Bloodhound es el perro con mas extensión de receptores olfativos. Por ese motivo está considerado como el mejor perro del mundo en el arte del rastreo.
Olfato discriminativo
¿Qué quiere decir que un perro tiene olfato discriminativo?
Cuando olemos un cocido, a los humanos nos puede resultar difícil o imposible distinguir, por olor, que ingredientes lleva ese cocido por separado. A nosotros, nos llega el olor general de la mezcla de todos los ingredientes.
Sin embargo, para un perro es muy fácil identificar el olor de cada uno de los ingredientes por separado. Por esta razón, los perros adiestrados para detectar estupefacientes tienen mucha facilidad para encontrar la sustancia que buscan aunque esta haya sido escondida entre otras mezclas o productos.
¡Jugar con nuestro perro a buscar!
Es una gran actividad que todos podemos realizar con nuestro perro. Aporta cansancio mental, ya que al activarse el sentido del olfato, se concentran y eso les ayuda a relajarse después. Por esta razón es un ejercicio muy recomendado para perros muy nerviosos; el objetivo es que se relajen.
Podemos empezar con algo tan sencillo como esconder trocitos de comida por casa y pedirle que los busque. La gracia es ir aumentando la dificultad, haciendo cada vez más grande el radio de espacio en el que pueden encontrar la comida.
También se puede practicar con algún juguete favorito para el perro si es que se motiva mas con el juego. Otra forma sería también esconderse y que nos encuentre o pedirle que busque a algún miembro de la familia.
Como veis, hay un sinfín de opciones que nos ayudarán a entrenar a nuestro perro y, a la vez, a desarrollar su sentido más preciado: el olfato.
Joan Carles Prats
Escola d’educació i comportament caní
Tel: 629113662
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