Cómo evitar y tratar espigas en perros

Las espigas son pequeñas semillas de plantas silvestres que pueden convertirse en un verdadero problema para los perros. Aunque a primera vista parecen inofensivas, estas semillas pueden causar molestias significativas e incluso problemas de salud graves si se alojan en las orejas, ojos, nariz, entre los dedos o bajo la piel de tu perro. Evitar y tratar las espigas en perros es fundamental para proteger su bienestar. A continuación, te explicamos cómo hacerlo 👇🏻

¿Qué son las espigas y por qué son peligrosas para los perros?

Las espigas son semillas alargadas y puntiagudas que provienen de ciertas plantas, como las gramíneas. En primavera y verano, estas semillas se desprenden de las plantas y se esparcen por el suelo. Debido a su forma afilada y sus pequeñas púas, pueden engancharse fácilmente en el pelaje de los perros y penetrar en su piel o cavidades corporales.

El problema con las espigas es que una vez que se adhieren al perro, tienden a avanzar hacia el interior del cuerpo en lugar de quedarse en la superficie. Esto puede llevar a infecciones, abscesos y otras complicaciones graves, especialmente si las espigas no se detectan y eliminan a tiempo.

Zonas comunes donde se alojan las espigas

Las espigas pueden alojarse en varias partes del cuerpo de un perro, pero las áreas más comunes incluyen:

🐶 Orejas: Las espigas pueden introducirse en el canal auditivo, causando irritación, infecciones e incluso perforación del tímpano.

👀 Ojos: Una espiga en el ojo puede provocar conjuntivitis, úlceras corneales y, en casos extremos, pérdida de la visión.

🐽 Nariz: Las espigas pueden introducirse en la nariz, lo que puede causar estornudos violentos, sangrado nasal y dificultad para respirar.

🐾 Patas: Las espigas pueden alojarse entre los dedos o bajo la piel de las patas, causando dolor, cojeras e infecciones.

🐕 Piel: Las espigas pueden penetrar en la piel en cualquier parte del cuerpo, formando abscesos y trayendo consigo el riesgo de infecciones.

Cómo prevenir las espigas en perros

Prevenir el problema de las espigas es mucho más fácil que tratar las complicaciones que pueden causar. Aquí hay algunas estrategias para reducir el riesgo de que tu perro se vea afectado por estas semillas:

1️⃣ Evita las áreas con muchas espigas: Durante la temporada de espigas, trata de evitar caminar con tu perro en áreas con alta concentración de gramíneas secas o plantas con espigas. Opta por caminos pavimentados o parques bien mantenidos donde el riesgo sea menor.

2️⃣ Cepilla a tu perro después de los paseos: Un buen cepillado después de cada paseo ayudará a eliminar cualquier espiga que pueda haberse adherido al pelaje. Presta especial atención a las patas, orejas y axilas, que son áreas comunes donde las espigas pueden engancharse.

3️⃣ Recorta el pelaje de tu perro: Mantener el pelaje de tu perro bien recortado, especialmente en las patas y entre los dedos, puede ayudar a reducir la probabilidad de que las espigas se queden atrapadas. Los perros de pelo largo son particularmente vulnerables, por lo que este consejo es especialmente importante para ellos.

4️⃣ Usa protectores o calcetines para perros: Si sabes que vas a caminar en un área con muchas espigas, considera la posibilidad de usar protectores para las patas o calcetines para perros. Estos accesorios pueden prevenir que las espigas se introduzcan en las patas.

5️⃣ Revisa a tu perro con regularidad: Durante la temporada de espigas, revisa a tu perro diariamente en busca de signos de espigas. Las áreas más importantes para revisar son las orejas, los ojos, la nariz, las patas y la piel.

Síntomas de espigas en perros

Es fundamental estar atento a los síntomas que pueden indicar la presencia de una espiga en tu perro. Algunos de los signos más comunes incluyen:

Sacudidas de cabeza o rascado persistente de las orejas (posible espiga en el oído).

Estornudos constantes y sangrado nasal (posible espiga en la nariz).

Lagrimeo excesivo, parpadeo frecuente o frotarse los ojos (posible espiga en el ojo).

Cojera o lamerse y morderse las patas (posible espiga en las patas).

Inflamación o abscesos en la piel (posible espiga bajo la piel).

Cómo tratar las espigas en perros

Si sospechas que tu perro tiene una espiga, es importante actuar con rapidez. Aquí tienes algunas pautas sobre cómo tratar este problema:

‼️ No intentes extraer la espiga tú mismo si no es visible. Las espigas pueden avanzar rápidamente y causar daños internos si se manipulan incorrectamente. Si ves una espiga parcialmente asomada, puedes intentar retirarla con pinzas, pero si está completamente incrustada o no puedes verla, acude al veterinario de inmediato.

🐕 Lleva a tu perro al veterinario. El veterinario podrá realizar un examen completo para localizar y extraer la espiga de manera segura. En algunos casos, puede ser necesario sedar al perro para realizar el procedimiento.

💉 Sigue las indicaciones post-tratamiento. Después de extraer una espiga, tu veterinario puede recetar antibióticos para prevenir infecciones o recomendar cuidados adicionales en casa, como limpiar la herida y vigilar cualquier signo de complicación.

Conclusión

Las espigas son una amenaza común pero seria para los perros, especialmente durante los meses más cálidos. Prevenir su contacto con estas semillas y saber cómo actuar si sospechas que una espiga ha afectado a tu perro es crucial para mantener su salud y bienestar. Con la vigilancia adecuada y un enfoque preventivo, puedes minimizar los riesgos y disfrutar de paseos seguros y divertidos con tu mejor amigo. Recuerda que ante cualquier duda, la consulta con el veterinario es siempre la mejor opción.

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