La alimentación de nuestras mascotas es un tema muy importante durante toda su vida, pero adquiere aún más relevancia cuando en casa tenemos a una perra embarazada. Durante el embarazo, hay que tener en cuenta no solo las necesidades de la madre sino también la de los futuros cachorros que crecen en su interior.
Entre un 20% y un 30% de las perras embarazadas sufren abortos espontáneos y uno de los principales motivos es una mala alimentación. Una perra en estado, necesita ingerir una cantidad de nutrientes adecuada para el correcto desarrollo de las crías y se tendrá que e ir incrementando paulatinamente la cantidad de comida a medida que avanza la gestación.
El embarazo de los perros dura entre 63 y 67 días y, durante ese período, las necesidades alimenticias de nuestra mascota tendrán que ir variando para ajustarse a sus necesidades reales y a los cambios que su cuerpo irá experimentando. Los cachorros crecen en el cuerpo de la futura mamá y esta cada vez necesita más nutrientes y calorías.
Para una perra embarazada es fundamental que la alimentación de nuestra perra sea de alta calidad y libre de conservantes y colorantes. Debemos alejar de su dieta cualquier alimento que pueda dificultar su digestión. Si siempre abogamos por huir de los «alimentos humanos», ahora más que nunca lo recomendamos fervientemente.
Los perros tienen un sistema digestivo distinto al nuestro así que, si realmente queremos darles la mejor opción de alimentación, siempre tendrá que ser la preparada expresamente para ellos, por profesionales que conocen las particularidades del organismo animal.
La dieta durante las diferentes etapas del embarazo de nuestra mascota
Durante las primeras semanas la alimentación de la perra embarazada ha de ser la habitual, en función de su raza y tamaño. Hay que tener en cuenta que las perras también sufren los típicos vómitos de las embarazadas así que no debemos extrañarnos que durante la tercera y cuarta semana de gestación pierdan un poco el apetito.
Para evitar las náuseas, es recomendable que le demos la comida en raciones pequeñas y de forma repetida a lo largo del día. Esto le ayudará a comer.
La ingesta de comida de la perra debe aumentar al ritmo que crecen los futuros cachorros. Una hembra que espera, por ejemplo, cuatro cachorros debe incrementar la ingesta de comida un 5% cada semana. De esta forma, cuando nuestra mascota esté de nueve semanas, necesitará comer una cuarta parte más de lo que comía antes de quedarse embarazada. A medida que se acerca el momento del parto, es posible que la perra pierda su apetito.
¿Por qué debo alimentar a mi perra con comida para cachorros durante la gestación?
La perra gestante necesita proteínas extra y mucha energía para atravesar esta fase tan exigente de su vida, así que lo ideal es utilizar comida específica para cachorros durante esta etapa. Este tipo de alimentación es más rica en nutrientes fundamentales, tiene muchas proteínas y da a la perra y a los cachorros que tiene dentro la energía que necesitan.
Unas necesidades extra de proteínas que no acabarán con el embarazo, sino que deberán alargarse hasta el destete de los cachorros. Además, es más fácil de digerir, por lo que alimentar a tu perra con una fórmula específica para cachorros desde la semana 3-4 de gestación la ayudará a mantenerse fuerte, y a pasar los nutrientes a sus cachorros a través de la leche materna.
Para hacer el cambio de comida, debes ir introduciéndosela progresivamente, para dar tiempo a que su sistema digestivo se adapte. Empieza por introducir la comida para cachorros junto a su comida habitual, un poco cada vez, durante una semana, y poco a poco, sustitúyela por completo.
Ten en cuenta también que la comida seca contiene mayor número de calorías que la comida húmeda. Así que, si la dieta de tu perra consiste únicamente en comida húmeda, piensa en darle de comer más veces (o raciones más grandes) para asegurarte de que obtenga la energía que necesita.
El peligro de obesidad para una perra embarazada
La obesidad en una perra preñada puede causar problemas durante la gestación y el parto, por lo que es conveniente vigilar el peso de tu mascota durante todo el embarazo. Es importante aumentar los controles de peso y apuntar los datos regularmente. En caso de encontrar alguna anomalía o que tu perra engorde de forma exagerada, consúltalo con tu veterinario.
Una perra embarazada en casa es sinónimo de alegría, pero debemos asegurarnos que le estamos dando una alimentación completa y de calidad, para garantizarnos así que tanto la madre como los futuros cachorros gozan de un buen estado de salud.
Durante el tiempo que dure el embarazo y posterior período de lactancia es tu responsabilidad asegurarle un equilibrio adecuado de proteínas, grasas y carbohidratos. Una buena dieta, que haga ejercicio y que descanse adecuadamente le asegurara a tu mascota un embarazo de diez.
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