La importancia de la hidratación para los perros

Los perros también necesitan hidratar su organismo. Igual que los humanos, ellos también sudan, pero lo hacen a través de su lengua, con los jadeos, por eso en verano a veces les vemos respirar de forma más fuerte. También sudan a través de las almohadillas de las patas, por traspiración. Si normalmente alimentas a tu perro con croquetas secas, debes tener aún más en cuenta esto. Deja siempre agua fresca disponible. Debes cambiar el agua periódicamente. La hidratación es muy importante.

La hidratación en el deporte

Por Laura Ribas

Un aspecto muy importante a la hora de entrenar a un perro es controlar su hidratación, no sólo para que sus músculos estén bien hidratados y puedan ser más eficientes, sino para evitar graves problemas de salud.

Al aumentar su actividad, su temperatura corporal aumenta y pierden mucha agua por evaporación intentando regular esa temperatura. Si no están bien hidratados, nos arriesgamos a que sufran un golpe de calor o una deshidratación.

¡Pero ojo! No es bueno que el perro beba mucha agua durante el ejercicio. En plena actividad, el nivel de jadeo es muy elevado, lo que hace que traguen mucho aire y, junto a un gran volumen de líquido en su estómago, pueden desarrollar una dilatación o una torsión estomacal, que puede resultar mortal.

¿Cómo los hidratamos de forma segura?

En nuestros primeros años de canicross, lo que hacíamos era hidratar a los perros unas horas antes de los entrenamientos o competiciones, y volver a hidratarlos unos 20-30 minutos después de la actividad. Algunos perros no son grandes bebedores, con lo que cuesta mucho que beban cuando no tienen sed, por eso les “engañamos” añadiendo al agua aceite de salmón, un poco de carne picada, huevo duro, o una cucharada de comida húmeda que convierta el agua en algo más apetecible.

Ahora, con un poco más de experiencia, hemos visto que para la actividad que nosotros realizamos (mushing sprint) no hace falta “obligarles” a beber esa cantidad de buena mañana, ni levantarnos antes de tiempo para poder darles agua. Ahora lo que hacemos es mantenerles siempre bien hidratados, no sólo antes de un entreno o competición, y lo hacemos con la comida, añadiendo un poco de agua a su pienso seco, convirtiéndolo casi en una sopa. Así nos aseguramos que siempre beben un mínimo de agua. Evidentemente, tienen agua limpia y fresca a su disposición durante todo el día, pero no podemos controlar lo que bebe cada uno. Con la comida sí lo controlamos.

¿Y después del ejercicio?

Después de los entrenamientos y las competiciones, seguimos hidratándolos (una vez han bajado pulsaciones y ha desaparecido el jadeo) y les añadimos un poco de comida húmeda que no sólo les anima a terminarse el agua, sino que les ayuda a recuperar nutrientes.

En verano, aunque no entrenemos, los perros no están quietos, siguen teniendo cierta actividad, ya sea paseos, excursiones, sesiones de natación en ríos y lagos, etc… con lo que la hidratación sigue siendo igual o más importante, porque a esa actividad hay que añadirle las altas temperaturas que sufren.

Es por ello que en esa época, seguimos con las mismas pautas de hidratación, pero hacemos ligeros cambios: en vez de pienso seco, su alimentación la basamos en pienso semihúmdeo, y las latas de paté de después de la actividad, las cambiamos por mousse. Estos pequeños gestos nos ayudan a darles ese plus de hidratación sin tener que hacer grandes cambios en sus rutinas.

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