Hoy en día es mucho más común la práctica de la castración canina. Consiste en extirpar las glándulas sexuales (los testículos en los machos y los ovarios en las hembras) con un objetivo concreto. ¿Cómo afecta la castración en los perros y en su comportamiento?
La castración en los perros
Cómo hemos comentado, esta práctica quirúrgica normalmente se lleva a cabo para obtener un objetivo concreto. En muchos casos es médico/clínico, en otros es de comportamiento. Nos centraremos en este último.
Existe la creencia generalizada de que si castramos al perro (ya sea macho o hembra) obtendremos unos efectos positivos en su comportamiento. La gente suele utilizar la expresión «Se calmará».
Sin embargo, es preciso destacar que no siempre se obtienen esos efectos. Depende mucho del animal, de la educación, de la rutina, etc. Pero se pueden llegar a obtener efectos opuestos incluso.
¿Qué efectos puede tener?
La castración para evitar o corregir problemas de comportamiento suele recomendarse, sobre todo, en el caso de los machos. En las hembras, la castración puede aumentar el carácter del animal, sobre todo a la hora de relacionarse con otras hembras. Puede volverse más irritable.
Con los machos suele ayudar bastante, sobre todo en casos de exceso de dominancia, marcajes urinarios o en perros que se escapan en busca de hembras.
El momento de la castración también es muy importante. Hay que tener en cuenta que cuanto antes lo hagamos (siguiendo los consejos del veterinario) más eficacia tendrá. No obstante, también funciona pasado los años, solo que el porcentaje de eficacia será menor.
¡Veámoslo!
Vamos a poner un ejemplo. Tomaremos como sujeto un macho de 8 meses que empieza a «marcar» con orina las cortinas y los muebles de casa. Sabemos que es marcaje cuándo deja pequeñas gotitas levantando la pata. Lo primero será descartar algún problema orgánico o médico y asegurar que dispone de paseos suficientes para saciarse.
Lo más probable es que tengamos un problema de comunicación jerárquica con él. En este caso, es necesario reeducar al perrito para conseguir que modifique su conducta. La castración, aquí, nos será de gran ayuda.
Otro de los casos en los que nos puede ayudar la castración es en problemas de sociabilidad. Un macho sociable hasta que de repente presenta síntomas como conducta de monta, conflictos con otros machos, inquietud, desobediencia o monta hacia personas.
Esto nos indica que nuestro perro macho tiene unos niveles de testosterona excesivamente altos. Esto puede llevar a provocar unos niveles de estrés y ansiedad elevados a nuestra mascota.
Otras opciones
Existe también la posibilidad de la castración química. Se trata de un proceso temporal que reduce los niveles de testosterona durante 6 meses. Es una medicación inyectable que solo el veterinario puede recomendar.
Con esta práctica se observa si las conductas que intentamos eliminar disminuyen. De esta forma se puede entrar a valorar la posibilidad de castrar o no al animal definitivamente.
¿Y la esterilización?
La esterilización consiste en una intervención mucho más sencilla. Consiste en ligar los conductos seminíferos. De esta forma se evita la reproducción. Sin embargo, la actividad y deseo sexual queda intacto.
Por ese motivo, la esterilización no tiene prácticamente efectos sobre la conducta o el comportamiento de nuestra mascota.
Es importante en estos casos dirigirse a un profesional para asesorarse sobre cómo poder trabajar a nuestro perrito y qué opciones serían las más viables.
Joan Carles Prats
Escola d’educació i comportament caní
Tel: 629113662
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