Uno de los temas mas desconocidos y desconcertantes para los propietarios de perros son los cambios de comportamiento que estos pueden sufrir a causa de la edad. Es importante saber cómo cuidar a un perro mayor.
Pensemos que un perro de más de 8 años, ya se puede considerar geriátrico (o mayor). Varia en función de la raza y del estado individual de cada uno, pero es a partir de esa edad cuando pueden aparecer los primeros síntomas de debilidad en su salud física y mental.
¡Al veterinario!
Es un tema complejo y recomendamos llevar al perro al veterinario si observamos ciertas conductas que aparecen a partir de esa edad.
El veterinario hará un estudio neurológico si lo ve oportuno, y así podrá realizar un diagnostico exacto.
En ocasiones, se diagnostica un SDC, que es el Sindrome de disfunción cognitiva. Explicado de una forma sencilla es una degeneración del cerebro.
Síndrome de Disfunción Cognitiva
Esta degeneración provoca conductas que pueden hacer que el perro se muestre desorientado, que haga un retroceso en los aprendizajes de los hábitos higiénicos y presente una disminución de la capacidad cognitiva en general, es decir, en la capacidad del aprendizaje. Se podría decir que desaprenden conductas ya aprendidas.
En este consultorio solo queremos informar de este tema, no dar solucionas ya que será el veterinario quien ayudará a nuestro perro a frenar en lo posible esta degeneración, pero hay ciertas medidas y acciones desde el punto de vista del comportamiento con las que podemos hacer la vida mas fácil a nuestro perro.
Cómo cuidar a un perro mayor
Recomendamos mantener un nivel de ejercicio moderado, pero para que nuestro perro no se quede “estancado” y demasiado inactivo.
Un poco de ejercicio físico a su nivel es muy bueno. Los paseos tranquilos, incluso aumentar algunos en frecuencia, estimulará su olfato y esto hará que partes de su cerebro y sistema nervioso se estimulen y potenciemos el hecho de aumentar las eliminaciones fuera de casa.
Estimulación
Son muy recomendables los juguetes para esconder comida dentro para darle a nuestro perro un “trabajo” y esté motivado en cómo sacar la comida del juguete.
Jugar con él a que busque comida escondida, es otra forma de estimular su olfato y es también una forma de cansarlo sin obligarlo a que realice una actividad física excesiva para el perro.
En resumen, quizás tendremos que volver a enseñarle ejercicios que ya había aprendido y que ha olvidado. Ejercicios de educación sencillos a base de refuerzo positivo es muy recomendable, sin exigirle una ejecución perfecta y, muy importante, realizarlo en sesiones muy cortas.
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Joan Carles Prats
Escola d’educació i comportament caní
Tel: 629113662
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