Torsión gástrica en perros

La torsión gástrica en perros

La torsión gástrica en perros, por desgracia, es una afección muy común pero preocupante. Muchas de nuestras mascotas pueden sufrirla en su día a día por una mala decisión a la hora de alimentar a nuestro perrito o de sacarlo a pasear.

¿Qué es la torsión gástrica en perros?

La torsión gástrica en perros es un problema agudo que necesita atención inmediata. El estómago se gira sobre su propio eje, por lo que la boca superior e inferior del estómago se comprimen, impidiendo el paso de alimentos, gases y líquidos.

Una vez diagnosticado, la cirugía es la única solución, ya que hay que recolocar el estómago de nuevo. Los síntomas más habituales para poder predecir el problema son los vómitos (sin expulsar comida), nerviosismo con babeo, dolor abdominal, dificultad para respirar, espalda arqueada y renuncia a tumbarse.

En caso de detectar estos síntomas durante un paseo o después de una comida, hay que acudir cuánto antes y con máxima prioridad al veterinario.

¿Cómo evitar la torsión gástrica en perros?

La torsión suele generarse por una mala gestión de la alimentación y la actividad física. Es importante que el animal siga unas pautas que le permitan diferenciar ambos ámbitos de su vida de forma clara y segura.

A nivel de ejercicio, es importante evitarlo antes y después de comer (inmediatamente). Dejar un tiempo prudencial evitaría alteraciones en el estómago. De la misma forma, evitar que beban agua excesivamente durante o después de un ejercicio intenso. Eso puede ocasionar que entre aire en el estómago al no estar en reposo.

La importancia de la alimentación

La torsión gástrica en perros también se puede evitar controlando varios aspectos de la alimentación. Es importante conseguir que nuestra mascota coma de forma tranquila y segura, con un espacio apacible y sin que tenga que comer rápido (como por ejemplo por tener otros perros al lado).

Hay mascotas que comen con ansiedad. En Retorn tenemos juguetes para ayudar a regular esa ansiedad con la comida. También es importante distribuir las comidas en varias dosis (no una vez al día) para regular pesadez en el estómago.

Rutinas

Más a largo plazo, las rutinas nos pueden ayudar a prevenir estos sustos. Los comederos elevados aumentan el riesgo de la torsión. Es más recomendable los comederos «rompecabezas», que pueden ayudar a comer más despacio.

Que nuestro perro lleve una vida sana y activa también nos puede ayudar a evitar la torsión. Un animal con sobrepeso es más propenso a sufrir estos incidentes.

Por último, un alimento de calidad con ingredientes de alta digestibilidad nos ayudan a realizar digestiones menos pesadas.

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