Convivir con perros en navidad tiene una dificultad añadida. Es inevitable que en las fiestas navideñas, todos alteremos nuestro ritmo habitual de vida. Solemos salir más a realizar nuestras compras y recibimos invitados que nuestro perro no ve de forma habitual.
Adornamos la casa con objetos, tampoco habituales, como plantas de Pascua, el árbol de Navidad, etc… Algunos deciden irse de viaje, normalmente viajes a los que no puede acudir el perro, o tienen muchos días de vacaciones, lo que supone una alteración en la rutina de nuestro peludo. Y si tienes un vuelo con tu peludo, aquí puede ver una pequeña guía orientativa.
Perros en Navidad
Si nuestro perro no presenta ningún tipo de alteración conductual, estos cambios tampoco le han de ocasionar ningún problema emocional grave. Puede que sienta un poco de ansiedad al ver que sus dueños abandonan el hogar con más frecuencia.
En este caso, lo recomendable es no cambiar sus hábitos diarios, hacer que se sienta lo más cómodo posible. Si tenemos de algo más de tiempo, podemos alargar un poco sus paseos para ofrecerle mas tiempo para liberar el posible estrés que pueda sufrir. O, cuando estemos en casa, podemos dedicarle un poco más de tiempo de lo habitual si sabemos que pasaremos más rato fuera de casa.
La alteración conductual
Si nuestro perro sí que presenta alguna alteración de conducta como miedos o inseguridades, quizás deberíamos tomar algunas medidas.
Por descontado, evitar al igual que el la época de verbenas, la utilización de pirotecnia o juegos de artificio.
Si nuestro perro, es algo miedoso al salir a la calle, no son los mejores días para realizar terapia con salidas al exterior en horas punta. Quizás nos excedemos poniéndolo en una situación demasiado complicada, y el estrés ambiental le afectará negativamente.
Si somos de los que recibimos visitas en casa y nuestro perro es algo tímido, sí que podemos ayudarlo con ayuda de alimento. Aprovechamos la presencia de familiares para que le ofrezcan premios y él vaya cogiendo confianza.
¡Cuidado en casa!
En caso de los cachorros y perros jóvenes, tendremos especial cuidado con el árbol de Navidad y ciertos objetos navideños. Con la intención de jugar, nuestro perro puede morder o tragarse alguno de estos objetos y ocasionarle algún tipo de problema, así que lo mejor sería colocarlos fuera del alcance del pequeño peludo.
Las comidas navideñas también pueden ser otro problema, si la dieta de nuestro perro está basada en pienso. Los menús de estos días suelen ser muy densos y pueden llevar ciertas especias perjudiciales para la salud de nuestro. Sobre todo hay que evitar el contacto con productos como el chocolate, los dulces, etc..
¡Nos vamos!
Si hemos decidido realizar un viaje, lo lógico es que previamente hayamos contactado con alguna residencia canina especializada , en la cuál, cuidarán y atenderán a nuestro perro con un trato profesional.
La calidad de las residencias caninas ha ido mejorando sustancialmente a lo largo de los años, y pueden ser de gran ayuda en épocas en que no podemos llevarnos a nuestro perro de vacaciones.
Si somos primerizos en utilizar este tipo de servicios, es normal que sintamos una sensación extraña. Pero realmente, una vez el perro se encuentra ubicado en su nueva estancia y es atendido con cariño por sus cuidadores, los cuáles ofrecerán atención y motivación, el perro se encontrará más integrado en el roll de vida del centro y no tendrá consciencia de la noción del tiempo.
Por eso, cada día que pase allí, se encontrará mas adaptado. En definitiva, se trata de tener ciertas medidas en cuenta y adaptarse a las circunstancias personales de la familia y el carácter de nuestro perro.
Joan Carles Prats
Escola d’educació i comportament caní
Tel: 629113662
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