La primera noche con un perro adoptado: guía para una transición suave

El período de adaptación de un perro que viene de la perrera puede ser lento y, en la mayoría de los casos, necesitará mucha empatía y trabajo por nuestra parte. Los perros que vienen de protectoras o de la calle pueden traer experiencias pasadas que no conocemos bien. Por ese motivo, la primera noche con un perro adoptado puede variar dependiendo del animal. Según sus experiencias anteriores, puede mostrarse tímido y receloso o activo y sobreexcitado durante la primera noche. En este artículo, te daremos unos consejos para ayudarte a que su integración a su nuevo hogar sea lo más suave posible ❤️😊

1. La calma, algo súper importante

Proporcionarle un ambiente de calma a nuestro perro es indispensable para que empiece a conocer y gestionar su nueva vida. Cuando llegue a casa, déjale explorar libremente sin atosigarlo. Tampoco insistas en que esté cerca de ti todo el tiempo, ya que aún está conociendo su nueva familia y hogar. Te recomendamos que, durante los primeros días o incluso semanas (según veas cómo se adapta tu nuevo peludo), evites visitas y mucho movimiento. Ya habrá tiempo para las presentaciones y para las actividades fuera de su entorno. Recuerda que la paciencia es clave en este proceso y cada pequeño avance es un gran logro para tu nuevo compañero.

2. Crea un espacio seguro

Crea una zona segura para él, ya sea un rincón que le guste o un parque o una jaula si aún no quieres dejarle sin supervisión o buscas un espacio más cerrado. Coloca ahí su nueva cama, sus juguetes, comedero y todo lo necesario para que se sienta seguro y feliz. Es importante que nunca uses esa zona segura como castigo, ya que no queremos que la asocie negativamente. Además, asegúrate de que este espacio esté siempre accesible para él, de manera que pueda acudir a su refugio siempre que lo necesite.

3. Las rutinas, nuestras mejores aliadas

Durante los primeros días de adaptación, es muy importante establecer rutinas de comidas, paseos y momentos de calma. Así se acostumbrará mejor a hacer sus necesidades en la calle, pasear y explorar su nuevo entorno, y disfrutar de su nueva vida. Recuerda que en los paseos debes dejarle oler, explorar y detenerse las veces que haga falta para que vaya gestionando de forma gradual todos los estímulos nuevos. Las rutinas no solo brindan estructura, sino que también ayudan a reducir el estrés y la ansiedad en tu perro.

4. La primera noche: qué esperar y cómo manejarla

La primera noche con un perro adoptado siempre es un punto de incertidumbre y preocupación sobre cómo va a llevar nuestro perro su nueva casa. Es muy probable que se sienta confundido y ansioso por los cambios, y que le cueste relajarse. No lo fuerces a estar solo si muestra ansiedad o nerviosismo, déjale saber que estás ahí para él.

🐕 Dale un buen paseo: Un buen paseo siempre ayuda a calmar los nervios. Llévale por una zona tranquila, para que olfatee y haga sus necesidades antes de dormir. A la vuelta, ofrécele agua fresca y su pienso mezclado con algo que le guste mucho. No te desanimes si no come mucho; con que sepa que tiene la opción será suficiente, ya que es probable que aún esté demasiado nervioso y quiera comer cuando se calme.

🐾 Limita espacios y guarda las cosas importantes: Si hay espacios a los que no quieres que acceda durante la noche o el día, es aconsejable poner alguna valla o cerrar las puertas para que no pueda entrar. Recoge y quita de su alcance aquellas cosas que no quieras que coja o que sean peligrosas. ¡Prevenir siempre es mejor que curar o lamentarse luego! Además, considera el uso de barreras temporales mientras tu nuevo amigo se adapta a su nuevo hogar y aprende las normas de la casa.

💤 Momento de relajación: Cuando se acerque el momento de ir a la cama, hay que fomentar la calma. Crea un ambiente tranquilo, evitando actividades excitantes como el juego. Así le ayudarás a calmarse poco a poco y le será más fácil relajarse durante la noche. Puedes usar música suave o incluso feromonas sintéticas diseñadas para calmar a los perros.

🚫 ¡No le regañes!: No busques la perfección ni un comportamiento ejemplar. Baja tus expectativas al mínimo y disfruta de él. Si tu perro no se comporta como esperabas o al despertar descubres que ha hecho sus necesidades en algún lugar de la casa, no le regañes. Tardará un tiempo en acostumbrarse a todo lo nuevo. Ya tendréis tiempo para aprender el uno del otro y empezar a forjar un vínculo. Recuerda que los errores son parte del proceso de aprendizaje y cada día será una oportunidad para mejorar.

5. Conclusión

La constancia, el trabajo y el cariño son fundamentales para brindar una nueva y mejor vida a nuestro nuevo compañero. Cada perro adoptado tiene una historia detrás, con posibles traumas, miedos e inseguridades. La primera noche con un perro adoptado puede ser complicada y, aunque el camino a veces no sea fácil, con paciencia, persistencia, tiempo y conociéndoos mutuamente, estamos seguros de que os esperan muchísimas aventuras juntos. No olvides celebrar cada pequeño progreso y disfrutar de la maravillosa experiencia de compartir tu vida con un perro adoptado, que seguramente te recompensará con amor y lealtad incondicional.

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