La oruga procesionaria

La oruga procesionaria y nuestros peludos

Si tienes un perrito es posible que hayas oído hablar sobre la oruga procesionaria, una preocupación frecuente durante los meses de primavera para todos los dueños de peludos por el peligro que este animal puede suponer para nuestras mascotas.

¿Qué es la oruga procesionaria?

Como su nombre indica, la procesionaria es una oruga que anida en los bosques, concretamente en las copas de los pinos durante los meses previos a la primavera. Con la llegada del calor descienden por el tronco para enterrarse bajo tierra, y es en ese transcurso cuando suponen un peligro para nuestros peludos ¿La razón? 600.000 pelos urticantes que contienen una toxina muy peligrosa para nuestras mascotas.

¿Cómo saber si a mi perro le ha picado?

En los animales, sobre todo en los perros, el contacto con la oruga procesionaria puede llegar a ocasionar problemas muy graves. El contacto de la toxina (taumatopeina) con la piel o las mucosas puede producir reacciones alérgicas tales como inflamaciones, estornudos e irritaciones cutáneas en los humanos.

En los perros los efectos pueden llegar a ser realmente dañinos. En algunas ocasiones pueden desencadenar en una necrosis en la lengua o incluso inflamaciones de garganta que pueden llevar a nuestro perro a la muerte.

Los síntomas más comunes suelen ser:

  • Inflamación en zonas desprotegidas de pelaje (cómo por ejemplo el hocico o la lengua)
  • Si ha ingerido alguno de los pelos es probable que puedan aparecer problemas digestivos como vómitos
  • Si tu peludo ha inhalado algún pelo puede presentar alteraciones en las vías respiratorias
  • Conjuntivitis en los ojos
  • Otros síntomas comunes son la fiebre, la fatiga o daños en la mucosa.

¿Cómo debemos actuar si nuestro perro se cruza con una oruga procesionaria?

1. Mantén la calma y evita entrar en pánico. Como siempre decimos, el nerviosismo jamás es buen consejero para afrontar situaciones como esta.

2. Los humanos también podemos intoxicarnos por el contacto con la oruga procesionaria. Si tienes unos guantes para protegerte, te serán muy útiles para que puedas coger a tu perro y eliminar los pelos de la zona afectada.

3. Lava a tu perro con abundante agua caliente mezclada con jabón o vinagre en las zonas donde haya más cantidad de sustancia urticante. Es decir, en la boca, los ojos, la nariz o el pelo del mentón, así como el pecho o las extremidades. De este modo, evitarás que los picores y el dolor que sufre tu mascota vayan a más. Evita a toda costa que se lama.

4. Acude al veterinario lo antes posible. No lo dudes ni un momento. Es una de las actuaciones clave para evitar males mayores. Él, como experto, será quien decida qué tratamiento aplicar a tu mascota según la raza, el tamaño, el peso y el diagnóstico clínico que presente el perro.

¿Cómo evitar el contacto con las orugas procesionarias?

A principios de primavera procura no pasear con tu perro por zonas de pinares, ni tampoco en bosques cerrados. Aumenta la atención de todo aquello que se arrastre por el suelo. Hay muchas cosas susceptibles de llamar la atención de nuestro animal.

Durante los meses de septiembre y diciembre, realiza tratamientos preventivos de fumigación en los pinos o cedros de tu jardín.

Si detectas un comportamiento anormal y algo extraño en tu perro. Si ves que se rasca mucho la cara o las mucosas, o que tiene rojeces o inflamaciones, no lo dudes y actúa de inmediato para evitar que la urticaria vaya a más. Para tu tranquilidad, en la mayoría de las ocasiones los perros no llegan a requerir el ingreso veterinario. Aunque más vale prevenir que curar. Aquí puedes ver diferentes tipos de enfermedades en perros.

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